Se han dictado numerosas conferencias sobre la utilidad del ajedrez como herramienta educativa, pero es Arkady Dvorkovich, Presidente de la Federación Internacional de Ajedrez, empresario, economista y político ruso, quien las ha expresado con mayor claridad.

Mucha gente que jugó al ajedrez en la niñez, logra grandes éxitos en su vida profesional. Esto no me sorprende, porque este juego es básicamente un campo de entrenamiento para la capacidad de tomar decisiones.

Cada movimiento en una partida de ajedrez es una decisión que tenés que tomar, a menudo bajo la presión del tiempo, bajo la presión de estar en una posición inferior, o bajo la presión de tener que lograr un resultado particular para avanzar en el campeonato. El ajedrez te entrena para hacer frente al estrés y no dejar que afecte a tu rendimiento.

Durante una partida, a menudo tenés que encontrar un equilibrio entre los movimientos agresivos y los defensivos, y al hacerlo desarrollás tanto tus habilidades analíticas como tus instintos de toma de riesgos. Esto te da una ventaja si te convertís en un gerente o en un empresario.

El ajedrez también te enseña a adaptarte a un entorno siempre cambiante. ¿Cometiste un error? En el ajedrez, inmediatamente reevaluamos la posición actual, pensando en términos de opciones, considerando los recursos potenciales, y no mirando hacia atrás. Sólo después de que el juego termina, analizamos cada movimiento en retrospectiva, y esta rutina se convierte en la base para una mayor mejora.