No fue fácil organizar este torneo. En efecto, los que peinamos algunas canas tenemos que adaptarnos de la mejor manera posible a la revolución tecnológica que se ha dado en los últimos años. La empresa Compumundo nos ha puesto el desafío de amigarnos, aunque sea por un rato, con la ayuda tecnológica. Restaba acertar con el ritmo de juego adecuado para que la competencia no sea una simple rivalidad entre ordenadores sino que haya una mezcla entre el ajedrez "humano" y el de la máquina. En ese marco se desarrolló esta competencia que a la postre fue ganada por el juvenil Agustín Pernas quien se llevó la moderna tableta a su casa.

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